lunes, 5 de marzo de 2012

Colectivo Todo Por la Praxis

En la sala La Minúscula (http://laminuscula.blogspot.com/) se inauguró el 2 de Marzo la exposición Cruzando el Charco... Arquitecturas en Red III Edición. En esta exposición se pueden ver diferentes proyectos realizados en latinoamérica en colaboración con varios colectivos españoles.
Entre los colectivos destacamos los proyectos desarrollados por Todo Por la Praxis.
El colectivo se conforma por un equipo de carácter multidisciplinar con miembros procedentes de disciplinas varias como la arquitectura, el arte, el derecho, la informática y la antropología.
Los proyectos se centran en la temática de la cuestión Urbana: Ciudad y territorio. El “campo de batalla” se inscribe fundamentalmente en el espacio público desarrollando proyectos con carácter procesual y realizando acciones e intervenciones de carácter temporal. La metodología es múltiple pero se podría catalogar en dos bloques principales: por un lado, las que se apoyan en estrategias de visibilización, y, por otro lado, las que parten de métodos colaborativos de participación.
En esta exposición se muestran varios proyectos realizados en colaboración con colectivos locales  de Ecuador, Colombia y México relacionados con la autoconstrucción, la recuperación de espacios públicos y el empoderamiento comunitario: Street Games 2  con los colectivos Tranvía cero,  la Asociación de vecinos del barrio Santa Rita de Quito, y el Club de euavoley. El proyecto  Alaska, un proceso de recuperación del parque comunal del barrio de Usme, Bogota, junto con la Creactiva y la colaboración de Ojo al Sancho, Arquitectura Expandida, Habitat sin Fronteras y la comunidad vecinos. Y por ultimo el proyecto Bici-elotes/ Parque la Barranca un taller con los alumnos del CEDIM Monterrey y los colectivos D1618 y Ctrl+z. Un proyecto de recuperación de un  parque de reuniones vecinales así como la habilitación de una herramienta de anuncio de la comunidad de Tampiquito.



Street Game II
22-Febrero-2011



El planteamiento inicial del proyecto se articuló siguiendo las premisas establecidas en la primera edición de Street Games, en la ciudad de Madrid, y que se centraba en la carencia de espacios deportivos en el centro histórico. Tras un primer acercamiento a la ciudad de Quito, se puso en crisis la propuesta inicial, ya que esta ciudad posee numerosas instalaciones deportivas debido a su baja densidad. El proyecto tomó otro carácter y se orientó a la colaboración con las asociaciones barriales de la zona.

El barrio de Santa Rita se genera a través de un asentamiento ilegal, y aunque ya esta consolidado, tiene múltiples carencias debido a que ha sufrido el abandono por parte de la administración pública, tanto en los equipamientos como en las dotaciones del barrio. Los vecinos nos plantearon la necesidad de trabajar sobre dotaciones deportivas ya existentes, donde se realizaban habitualmente los partidos de Equavoley, deporte nacional.

Esto hizo replantar el proyecto y reconducir su desarrollo, basándose en la recuperación de la zona e intentando generar un espacio que pudiera convertirse en un punto de encuentro para los vecinos. Para ello se decidió construir unas gradas a través de un sistema constructivo generado por módulos compuestos de bidones industriales, sopesando la economía de medios y el lenguaje, que permitía dar una respuesta rápida y eficaz.

Se utilizaron veinte bidones de reciclaje a los que se les imprimió una pintura anticorrosiva. Mediante un sistema de anclajes de pletinas metálicas se fijaron al suelo con algo más de cuatrocientos tornillos. Estas gradas, con una capacidad para 50 personas, fueron inauguradas en un campeonato “Street Games” celebrado el domingo 13 de septiembre. Se donde se organizó un torneo de equavoley que duró algo más de 7 horas, hubo una ceremonia de entrega de premios y un concierto de hip hop del grupo local Zona 13.

El vecindario, ilusionado con la propuesta, se volcó desde un principio con la intervención y fue gracias a su ayuda por lo que el proyecto ha podido concluirse, por lo que queremos agradecerlo a todos aquellos que han posibilitado este proyecto: a la Casa Barrial de Santa Rita, a Ezmundo Corella su presidente, a Patricia Pachakaman vicepresidenta y anfitriona, al Señor Chacon, dj del barrio, al Grupo de la Tercera Edad, y sobre todo a la ayuda y apoyo incondicional de Multiservicios Automotriz (Roque Álava, Fernando García, Santiago García, Luis Pérez y David Alava), y especialmente a Nelson Cuji, por su hospitalidad y sincero apoyo. Tampoco nos olvidamos de todos los moradores de Santa Rita, que nos han apoyado y han participado en el Torneo de Equavoley.



Alaska Parque Comunal
22-Febrero-2011




El proyecto del parque Alaska surge en el contexto del encuentro Arquitectura Expandida en Bogotá. En este encuentro se plantea un taller de intervención en el espacio publico. El colectivo La Creactiva desarrolló un trabajo previo de investigación en los barrios del sur de Bogotá y nos mostró la posibilidad de trabajar en el distrito de Usme. Junto con la plataforma Usme, que es la corporación de asociaciones de vecinos del distrito, se realizó un recorrido por diferentes puntos posibles de actuación. En el taller se determinó actuar en el parque comunal del barrio Alaska.

Se planteó un trabajo de colaboración entre los diferentes colectivos implicados, La Creactiva, Habitat sin Fronteras, Ojo al Sancocho, la corporación Insitu y Todo por la Praxis, bajo el soporte de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) en Colombia.

El objetivo del proyecto era mejorar las instalaciones del parque comunal Alaska, que aunque ya contaba con mobiliario, se encontraba en estado de abandono y deterioro. Se plantea mejorar este equipamiento implementando nuevo mobiliario que cualifique este espacio.

Para ello se proyecta el desarrollo de unas gradas con ruedas de coches reciclado. El planteamiento es hacer una intervención con la ruedas en el terreno que circunda el espacio, amoldándose a la topografía del terreno. De esta manera se obtiene un elemento que, por una lado ejerce de muro de contención y, por otro, funciona como espacio de gradas. Se recuperan los elementos preexistentes como la cancha de baloncesto, se incorpora una pista de minifútbol, se instala una red, una barbacoa y se le otorga al conjunto una imagen corporativa que cualifica y dignifica el espacio.

De esta manera se atienden las demandas de los vecinos. En todo momento la comunidad estuvo incorporada al proceso, tanto en la fase de proyección como en los trabajos de adecuación del parque.



Parque la Barranca
04-Noviembre-2011



Con motivo de unos talleres organizados por el CEDIM, se plantea un trabajo de intervención en el barrio de Tampiquito. En las visitas previas y gracias al contacto de Luis Álvarez, un agente local del barrio, se determinó actuar en el parque de la Colonia de La Barranca. Este parque estaba siendo el lugar de reunión de los miembros de la comunidad y sus instalaciones tenían un cierto grado de abandono y eran deficitarias. Se decidió intervenir en el espacio recuperando las instalaciones, acondicionándolas con mobiliario que facilitase las reuniones de la comunidad, y dotándolo de una imagen identitaria de la colonia.

En el parque se realizaron unos prototipos de sillas, mesas, una zona de reunión y de juegos, se recuperó la pista existente, se rehabilitó la canasta y se instaló una nueva portería. Se recuperaron los columpios, se instaló una pizarra como tablón de anuncios de actividades y se generó una zona para proyecciones.
Una segunda parte del proyecto consistió en activar una herramienta de comunicación para el barrio generando un dispositivo móvil. Partimos de la idea de la unidad autónoma, adaptándola en este caso al uso y al contexto de Monterrey. Encontramos en el barrio un vendedor de elotes (vendedores ambulantes que venden maíz tostado, frutas, helados, en unos carritos que consisten en una bicicleta con cesta delantera).

Decimos establecer un convenio con el propietario del carrito, que compatibilizase la actividad de la venta ambulante de elotes con el anuncio y convocatorias de las reuniones de la comunidad. Así, de esta manera quedaba garantizada la gestión del carrito. La Bici Elote fue restaurada y tuneada, se le incorporó un pequeña caja tecnológica donde con un amplificador alimentado por una batería de corta césped podías tener conectado un micrófono para anunciar las convocatorias o reuniones o conectar un mp3 con música o locuciones de estos eventos. De este modo, Bernardo podía seguir desarrollando su actividad de venta y en paralelo contribuía a la difusión de las reuniones de la comunidad como contraprestación al tuneado y mejora del carrito de Bici-elotes.

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